Entendí que no vale la pena derramar lágrimas mientras vos vas feliz por la vida. Entendí que fui un juego y salí perdiendo… enredada en tus mentiras. Entendí que algunas personas nunca cambian y que es inútil esperanzarse por ellas. Entendí que DECIS MUCHO y HACES POCO, que sos capaz de lastimar, pero no de recapacitar. NO entiendo cómo pude enamorarme de vos, y cómo me dejé llevar por mi propia ingenuidad pensando que algún día me ibas a querer tanto como yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario